Filosofía 철학
Para poder comprender mejor la filosofía de las artes marciales coreanas no solo podemos estudiar un arte marcial coreano, debemos estudiar también su historia, e intentar comprender el pensamiento del guerrero coreano y descubriremos no solo un arte marcial, sino un estilo de vida, regida principalmente por la " Lealtad "
Los estudiantes de artes marciales coreanas tienen ciertas pautas filosóficas. Estas pautas son:
1. La lealtad hacia los padres
2. Valentía durante la batalla
3. La honradez y limpieza en la vida
4. Honestidad y utilidad hacia otros
A fin de practicar esta filosofía, el guerrero de artes marciales esta dispuesto a sacrificar sus intereses propios y los derechos civiles, hasta el grado de perder su propia vida.
La raíz básica de la filosofía de las artes marciales coreanas puede ser trazada en la escritura de Jongik Inkan.
Es una vieja creencia coreana que los hombres tienen el deber de ayudar a otros y buscar su propia satisfacción final. Los viejos coreanos están orgullosos de ser Jongik Inkan, llegando a ser una tradición transmitida de generación en generación.
El Jongik Inkan puso el interés de la nación, tribu y familia delante de
los suyos propios. Esta filosofía era heredada por muchos grupos de guerreros,
incluyendo los del Hwarangdo en Silla.
El guerrero nunca pensaba en sus intereses personales,
especialmente si éstos estaban en contra del interés de su nación. Acogidos a
estas estrictas pautas, así como también a la fuerte organización política,
ayudó a efectuar la unificación de los tres reinos (Silla, Kogurio y Paikche).
La segunda característica de Hongik Inkan es la lealtad a su
familia. Es deber de los hijos ayudar a sus padres a tener una vida
confortable. Este deber no es una orden que viene desde una autoridad más alta,
sino por el propio espíritu del hijo. El hijo cree que es un privilegio poder
tener la oportunidad de responsabilizarse de la felicidad de sus padres y
protegerlos contra la enfermedad o cualquier otra perturbación.
En el libro de historia Samkukyusa, la madre de Sung-kook sufría de
desnutrición y constantemente empeoraba. Sung-kook se corto la carne de su
propia pierna y, después de cocinarla, se la sirvió a su madre. Su madre, sin
tener conocimiento del hecho, comió la carne y se recobró de la enfermedad.
Esta historia es un ejemplo claro de la lealtad que uno debería sentir
hacia sus padres y el tipo de lealtad que se practicó en este temprano período
de la nación tribal. Esta lealtad para con sus padres no termina con la muerte
de los padres. Un período de tres de años se designa como un tiempo para penar.
Durante este período de tres años, el hijo cumple rituales tales como
preparar la comida por la mañana en frente de la tabla del templo y visita la
tumba con regularidad.
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Estatua del Almirante Lee Sun-Sin 이순신 |
El tercer principio o característica de Jongik Inkan es la
abnegación. Uno debe ser abnegado para sacrificar su propia vida por su nación,
familia, amigos y otra gente. Los estudiantes de filosofía de artes marciales
creen que cuando un hombre muere en este mundo, no es una muerte completa, es
solamente una muerte física. La vida, de hecho, se continuará en el próximo
mundo después de la muerte. Aunque el cuerpo físico se entierre en la tierra,
después de la muerte, el alma vuelve a los cielos.
Se cree que el alma tiene la oportunidad de visitar la
tierra libremente y realmente para ayudar a seguir viviendo a los
descendientes, cuando estos se enfrentan con un peligro. Así mismo defiende el
país de sus enemigos cuando verdaderamente esta en peligro. Aunque el guerrero
puede estar físicamente muerto, su alma puede comunicarse todavía, seguir
viviendo sobre la tierra. Por lo tanto, la vida y la muerte no son consideradas
diferentes la una de la otra.
Es este grado de
convencimiento, el que anima al guerrero para pelear bravamente en la batalla
por su país y aceptar la muerte sin temor.